EL ALUMBRADOR y la 'Alquimia de Sueños'

Esta tarde ha llegado a mis manos una pequeña pero enternecedora y emocionante reseña -la cual para mí es más que GRANDE- sobre mi libro 'El Alumbrador'.

 

El artículo lo ha redactado la escritora Pilar Quirosa-Cheyrouze para la revista cultural Foco Sur del mes de Abril de 2014.

 

Sólo puedo decir que, cuando he terminado de leerla, se me han saltado las lágrimas. ¡Qué bonita! ¡Qué preciosa!

 

Pilar, MILLONES DE GRACIAS. Me has emocionado con tus palabras. ¡GRACIAS!

 

 

 

 

 

ALQUIMIA DE SUEÑOS
Por Pilar Quirosa-cheyrouze

 

Los misterios que se esconden en la cara oculta de la Luna, más allá de la existencia de cráteres, piedras selenitas y montañas, nos llevan a contemplar un hogar mágico y atrayente, donde tiene lugar la alquimia de los sueños.

 

Así sucede en el relato de María del Mar Saldaña (Barcelona, 1980), residente en Almería desde el año 1988, y autora de los libros infantiles Zoorrimalógico Estrambótico (Círculo Rojo, 2011) y La fábrica de Disparates Disparatados (IEA, 2012), todo un canto a la imaginación y la fantasía.

 

Un libro que ha sido ilustrado por Nono Granero, recreando un contexto lleno de sensibilidad y sugerencias.

 

El alumbrador, con su peculiar indumentaria, da brillo a las estrellas y cuantas luces pueblan la Tierra. El pensamiento también se suma a este sueño estelar, a esta fiesta de los sentidos, en la sutil recreación del instante.

 

Hay momentos llenos de carga emotiva: la soledad del anciano, esa bombilla apagada que ha de recuperar su alegría, o el regreso del lobo de mar a tierra, donde un faro emite señales de sosiego. El espíritu navideño y la esperanza en los seres de buena voluntad. La oscuridad y el miedo nocturno de los niños, devolviendo la energía a unas sombras que se encuentran desorientadas, junto al  color de los sueños prendidos en el techo de una habitación. Y ese brillo de las luciérnagas sorteando los claroscuros del tiempo, la tristeza, el desamor, la desolación, hasta alcanzar el árbol de la experiencia, y recuperar, como ocurre en el mundo real, el latir de la luz y de la vida.